31 dic 2009

Fin de año, fin de ciclo, fin de las cosas

Llengando al último día del año, reflexionamos.

Es en esta fecha tan poco importante que el ser humano demuestra cuanta capacidad tiene para brindar importancia a naderías sin sentido aparente, algunas veces como forma de rellenar vacios emocionales, otras veces porque está al pedo. Para mucha gente, celebrar el año nuevo es una forma de reencontrarse con los seres queridos, reconciliar viejas querellas, reafirmar valores y esperanzas. Para otros, es solo un día del año especial para comer peceto y otros platos raros que solo se comen en esta fecha, debido a la dificultad de su preparado.

La fecha en que se realiza esta celebración depende del tipo de calendario utilizado, siendo la más común la del 1 de enero, fecha según el calendario gregoriano, que fue instaurado por el papa Gregorio XIII en 1582 y se utiliza en la mayoría de los países del mundo. A lo largo y ancho del mundo, cuando se tocan las 12 campanadas de la medianoche, la gente celebra siguiendo diversas tradiciones locales fusionadas con la historia de la humanidad. Por lo general, hacen mucho, pero mucho quilombo, un bardo: tiran cohetes, descorchan champán, prenden fuego, gritan, saltan, fornican, comen carne humana, realizan rituales Umbanda, se abrazan, deguellan un carnero y se bañan en su sangre, entre otras tantas cosas raras que solo las mentes más retorcidas pueden imaginar.

Está en la naturaleza del hombre hacer despelote. Les encanta. Es por eso, que se le atribuye tanta importancia a dicha fecha: por el simple hecho de celebrar, festejar, soltarse, tocarse, hacer quilombo.

Como decía el general Oliver Jim Bolivarez el 31 de diciembre de 1843, en la víspera de Año Nuevo y de la encarnizada batalla de Sorongburgo, que definiría la independencia de Gorbachensen: "Está bien, es fin de año. Pero, ¿acaso no sigue todo su curso normal después de la medianoche?¿Acaso la sangre volverá a las venas por ser ésta fecha? La guerra no se detiene, el tiempo tampoco, ¡pero nosotros nos detendremos a brindar y a tirar cohetes por la gloria del Imperio!". Juro que eso dijo.

Igual, te digo que yo también celebro el año nuevo, eh!

20 dic 2009

Patadas Voladoras, el futuro del transporte hoy

Después de muchos años de arduo trabajo y sacrificio, el equipo científico de investigaciones tecnológicas de la Universidad de Wisconsin, ha desarrollado un modernísimo sistema de transporte a larga distancia jamás imaginado. Después del éxito logrado con las máquinas doble pilar y con las mejoras aplicadas a los polirrubros Standar Edition, el equipo del profesor Walter Charlestein ha diseñado el PV-2573, o coloquialmente llamado “Patada Voladora.”

La Patada Voladora es un sistema integrado de partes interconectadas que permite al pasajero trasladarse de un punto A a un punto B, utilizando como energía el impulso de sus piernas como arranque. Éste viaja por los aires, alcanzando alturas máximas de hasta treinta metros, rozando el firmamento con una pierna extendida y la otra rebatida, para control de dirección. Los ingenieros calculan que en condiciones normales, una persona podría viajar desde Buenos Aires hasta Cordoba en una patada, y de allí, cruzar la cordillera en dos patadas.

Hasta ahora, es un medio de transporte personal, pero estiman en poco tiempo poder estar lanzando una edición dúplex, y hasta una familiar. En entrevistas personales, el profesor Charlestein afirmó: “En un futuro tal vez no muy lejano, una patada podría unir culturas, pueblos y familias, y la vida del ser humano logrará alcanzar un estado de meseta, y será feliz.”

Si bien el proceso de desarrollo de la patada voladora aun está en su etapa de diseño final, empresas interesadas en las patentes ya están librando una guerra abierta por los preciados papeles que, según afirman las grandes revistas económicas, haría millonario al más tonto empresario. Asi también, miles de activistas de todo el mundo, salen a las calles pidiendo se libere dicha tecnología para el bien de la humanidad, y no de un reducido grupo de magnates capitalistas.

“Pideme el cielo, te daré un Ovni. Pideme el mundo, y te daré una patada voladora”, Horacio 14, 5.

14 dic 2009

Perturbación en la antipradera


Bueno, y siguiendo con esta serie de versos inconexos, aca queda otro de esos, como a vos te gusta.

 como a vos te gusta

Me encontraba por las sombras
el otro día, sin querer
y en seguida me entendí.

Recorría yo un sendero
aquella vez, por el bosque
y tuve deseos de crecer.

Pero nunca estuve asi
en la antipradera
sin querer desear.

Catapultenme al horizonte
veré si puedo llegar,
trataré de comenzar,
ya me cansé de improvisar
y aun no quiero guionar.

Todo se anuncia ondulando
camuflándose en remolinos
caleidoscópicamente deformados.

Como el río fluyen y caen
y construyen causes al andar
filosofías anteriores al espacio,
posteriores al ocaso.

Atrás quedó la antipradera
la estepa milenaria que llevaba,
que me pesaba hace tiempo.
Aun no sé
bien por qué entré.

7 dic 2009

Aventura improvisada


Partieron volando
y el Valhala avistaron,
en picada bajaron
y planeando bajo
aterrizaron.

Fueron dicha y alegría
y jolgorio y algarabía,
todo el pueblo los recibía
con budines y néctar
brindaron.

Pronto el tiempo
corrió incesante,
y decidieron volver
regresar mas
no al instante.

1 dic 2009

Saturno


Como todos bien sabemos, Saturno es uno de los ocho planetas que dan vueltas alrededor del Sol. Para ser más preciso, es el sexto en orden ascendente, el segundo más grande y el único con anillos visibles desde la tierra del Sistema Solar. Es un planeta gaseoso, debido a que está formado por un 90% de hidrógeno y un 5% de helio, y si existiera un taper con agua muy grande, tan grande para que el noble Saturno quepa en el, sepan que, de ser sumergido, Saturno flotaría.

El volumen del planeta es suficiente como para contener 740 veces la Tierra, pero esto sería imposible puesto que no existe fuerza en el universo que tenga ganas de sacar a la Tierra de su bienlograda orbita para meterla en Saturno, y en menos aun 740 veces.

Saturno es un planeta amigable, y le gusta estar siempre en compañia de rocas espaciales, por lo que siempre se lo puede ver jugando con sus 61 satélites amigos que se la pasan todo el día dandole vueltas y haciendole morisquetas al gran astro.

El hermano mayor de Saturno es Jupiter. El no tiene anillos también, pero es más grande que Saturno, y tiene más satélites. El no quiere a Saturno.

Ahora bien, Saturno es como un vecino de cariño, pero en verdad vive a 1.200.000.000 kms lejos de la Tierra. Es todo un viaje para el visitarnos, y para nosotros, llegar hacia el nos llevaría más de una vida. Sin embargo, yo podría decir que a veces, si nos lo proponemos, Saturno está acá a la vuelta. Prueben.