18 ene 2009

Periplo serrano


Hace no más de un par de momentos de inercia partí hacia las sierras cordoooobésas(tiene tonada) buscando una aventura vivir. Un poquito caminando, otro poquitito en Jet-Pack, llegué con las nalgas lisas. Me recibieron unas galletas parlanchinas que me cantaron una hermosa canción de bienvenida. Primero me gustó, pero luego recordé que tenía hambre, así que les unté paté de foié y me las lastré.


Entre bondiolas, embutidos y chasinados encontré un camino escondido que corría junto a un río de cerveza(artesanal, ojo!). Hice un piedra papel y tijera con migo mismo, y perdí, así que tuve que recorrerlo.


Emprendí entonces larga travesía hacia lo desconocido, lo ignoto, lo impredecible, y mientras más caminaba, más me iba adentrando en un valle misterioso que me sacudía el mate, salpicando yerba por todos lados. Muchas dudas innundaban mi mente, pero más duda tenía la podonga. Veia surgir de entre las matas extraños seres con dedos de momia y visión de rayos X que emitian comentarios incoherentes que, por más que me asustaran, me eran inofensivos, es más, me ofrecian leña para el fuego mental.




Uno de ellos resultó ser muy particular. Y los otros también. Pero igual, si. Uno tenia un dedo en el ojete. Juntos decidimos saltar al río de cerveza y descubrir qué había más allá de lo que nuestros ojos mundanos veian. De catorce metros nos lanzamos en picada. Nadando y vadeando, llegamos a una cascada masoterapista que nos acomodó la columna y nos arregló los nudos de la espalda. Allí bebimos te y comimos brownies con la cascada, que además era muy buena comediante, y nos hizo pasar un muy buen momento con sus chistes de gallegos. Recuerdo uno... no, no lo recuerdo.

Hablando de recuerdos, fue justo esa noche cuando conocimos al sacudir un yuyo a un personaje muy particular: el mítico Iron Memory Man. El tenía el poder de recordar todos los flás que surgian. Era sorprendente, muy virtuoso. Pero era zurdo...



Viajando por las sierras de los Comechingones, llegamos a una casa hecha de cáñamo. Allí dentro vimos unos seres con extraños peinados y portando barbas exóticas conviviendo en hacinamiento, con total comodidad. Se hacian llamar, en su lengua, "Heep-ees."

Uno de ellos se parecía mucho a mi(o al menos eso creia). Ellos nos hicieron entender que allí podriamos pasar la noche. Pero tras una serie de eventos no tan agradables, huimos despavoridamente. Resulta que por las noches, los Heep-ees se convertian en suegras-robot que disparaban rayos catódicos capaces de interferir en la vida cotidiana de lo vago! El jefe (o quizá caudillo, mandamás) era un Godzilla chillón.


AHHHHH!!!!!!!!!!



Corrimos y corrimos, saltando muros, rompiendo vidrios entrometidos. Así subimos a la sima de un cerro donde, decían, habian OVNIS!!!!!!! Pero como no habian, decidí tirarme a tomar sol.



Pero vino un ovni si mavale que vino. Pero se fue porque un duende de por ahí tenia un chivo de la puta madre que barandeaba todo. Obviamente no era yo. ¡Que ocurrencia, si yo era un duque! El duque de Xocochimba. Todos temblaban cuando pasaba.


Bueno. Realmente ya no tengo ganas de escribir. Todo esto fue medio mediocre. Es la falta de inspiración...

Falta de muchas cosas... ambu!

A veces lloro por las noches, cuando sueño con los cocodrilos que son mutilados para fabricar petroleo...

Digamos basta! Basta a las empanadas horneadas! Todos las preferimos fritas! A la criolla!

1 ene 2009

Sobadongo


Sobadongo sooooo...

Sobadongo que vamos al campooooo...

Sobadongo a mi me dijo, dijo un día que me vió...

Viome volando por el prado en cometa de satén...

Sobadongo sobadoooo...

Llámalo por su nombre sobadoooo...


Yo lo ví, es un cerro
que se alza en esplendor.
Sobadongo lo han llamado,
Sobadongo sobadó...

Pero si yo también lo he visto,
y un anciano me pareció.
Sobadongo lo he llamado,
porque el así me lo ordenó...


Sobadongo ya no existe,
ya lo vemos al pasar,
es etereo, es irreal,
no se puede reparar...

Dime, hermano, dime só
Sobadongo me es amigo
Sobadongo sobadó.

Sabes tu, mi hermano, sabes só
Sobadongo me sonríe
cuando lo miro con amor.


Y es que en verdad, Sobadongo es un invento de una cruda imaginación que nos golpéa al pasar. El no es nada y todo lo es, pues cuando el corre, nosotros solo vemos escremento de pájaros clavados en mesas de piedra.



Sobadongo sobadoooo...