29 may 2009

Registro histórico


Al parecer, recientes descubrimientos de índole arqueológica en una excavación en las cercanias del río Tigris están revolucionando la historia anteriormente tomada como cierta.

Un documento tallado en un bloque de lo que se cree es queso petrificado fue hallado junto con pequeñas imagenes de bronce representando unos "polirrubros prehistóricos."

Escrito en una forma arcaica del "lovao", se puede traducir:

A lo’ vago le gusta
beber mucho brebaje egipcio.
A lo’ egipcio le gusta
tomar mucho lo’ vago
Lo’ vago solían beber mucho
brebaje egipcio.

A lo’ vago le gusta
comer de esas recetas doble queso.
A lo’ queso le gusta
comer de esas recetas doble lo’ vago.
Las recetas solían
comerse a los egipcios.

Esto aparenta ser una manifestación anterior a la revelación original de Ututu, lo que podría significar un golpe duro a los ya afirmados dogmas impuestos por el culto a la deidad. Expertos en el tema niegan que este descubrimiento sea veraz, y proponen puede ser solo una mala broma creada por las empresas tabacaleras que se quieren hacer los graciosos y, de paso, vender cigarrillos a lo vago.

Como entendido en el tema, me atrevo a decir que esto no es más que un bloque de queso viejo con un bello poema de mierda escrito con una cuña.

Pero la gente es crédula.

En fin, como yo siempre digo, todo tiene su explicación. Por ejemplo, el siguiente video nos explica los fenomenos observados en la serie Dragon Ball. Veamos:




Revelador.

22 may 2009

Ensayo de la liberacion - La empiria te da cátedra güachín


La experiencia suele dictar el comportamiento del homo sapiens tipo, que se cree es una forma de vida que goza de la capacidad del raciocinio. En muchas ocasiones, a lo largo de su vida, el sujeto se ve expuesto a situaciones en las que su conocimiento previo en el tema, se supone, debería proveerle una mínima idea sobre como actuar. Entonces, ante una encrucijada, el sujeto apela a su experiencia y raudamente sortea sus obstáculos, logrando así el objetivo deseado.

Esta idea, así como toda teoría del comportamiento humano, no es sino una simple teoría inconclusa, un concepto abstracto muy superior a la realidad. Una utopía en su excelencia. Que bello, que maravilla sería el mundo, la humanidad, si la psiquis del hombre funcionara mediante tan sencillo algoritmo. Pero no. No siempre la experiencia trabaja en yunta con la razón. Los motivos suelen ser muchos y muy variados: falta de tiempo, de ganas, egoísmo, enamoramiento, inercia, etcétera. Incluso temor, cobardía o, el peor de todos, ignorancia.

En el libro VII de “República” (514a-516d), Platón presenta el mito de la caverna. Es, sin duda, el mito más importante y conocido de este autor. Platón dice expresamente que el mito quiere ser una metáfora “de nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación”, es decir, sirve para ilustrar cuestiones relativas a la teoría del conocimiento.



Nos pide Platón imaginar que nosotros somos como unos prisioneros que habitan una caverna subterránea. Estos prisioneros desde niños están encadenados e inmóviles de tal modo que sólo pueden mirar y ver el fondo de la estancia. Detrás de ellos y en un plano más elevado hay un fuego que la ilumina; entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto al borde del cual se encuentra una pared, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima de él, los muñecos. Por el camino desfilan unos individuos, algunos de los cuales hablan, portando unas esculturas que representan distintos objetos: unos figuras de animales, otros de árboles y objetos artificiales, etc. Dado que entre los individuos que pasean por el camino y los prisioneros se encuentra la pared, sobre el fondo sólo se proyectan las sombras de los objetos portados por dichos individuos. En esta situación los prisioneros creerían que las sombras que ven y el eco de las voces que oyen son la realidad.

Supongamos, dice Platón, que a uno de los prisioneros, “de acuerdo con su naturaleza” le liberásemos y obligásemos a levantarse, volver hacia la luz y mirar hacia el otro lado de la caverna. El prisionero sería incapaz de percibir las cosas cuyas sombras había visto antes. Se encontraría confuso y creería que las sombras que antes percibía son más verdaderas o reales que las cosas que ahora ve. Si se le forzara a mirar hacia la luz misma le dolerían los ojos y trataría de volver su mirada hacia los objetos antes percibidos.

Si a la fuerza se le arrastrara hacia el exterior sentiría dolor y, acostumbrado a la oscuridad, no podría percibir nada. En el mundo exterior le sería más fácil mirar primero las sombras, después los reflejos de los hombres y de los objetos en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y la luz de los astros y la luna. Finalmente percibiría el sol, pero no en imágenes sino en sí y por sí. Después de esto concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años, que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto.

Al recordar su antigua morada, la sabiduría allí existente y a sus compañeros de cautiverio, se sentiría feliz y los compadecería. En el mundo subterráneo los prisioneros se dan honores y elogios unos a otros, y recompensas a aquel que percibe con más agudeza las sombras, al que mejor recuerda el orden en la sucesión de la sombras y al que es capaz de adivinar las que van a pasar. Esa vida le parecería insoportable.

Esta antigua alegoría nos permite comprender, además de muchas otras cuestiones, el comportamiento basado en la empiria, o experiencia, del ser pensante.

Pero cuando los conocimientos son mal impartidos, o faltan, o son tergiversados, el actuar cotidiano también se ve afectado. He aquí el origen de diversos, no digamos problemas, sinó cuestiones de la sociedad moderna, cosmopolita y globalizada.

Tomemos como ejemplo a los jovenes de hoy(parezco un viejo como hablo, y estoy recien por cumplir 20). Los conocimientos de la juventud no son bien aprehendidos, lo que los lleva a una comprensión erronea de su realidad. En relación con la alegoría, ellos son los prisioneros, la caverna es su entorno social, y las figuras que desfilan en sombras son los vicios en los que se ven sumidos, o lo que estos les transmiten como "realidad." Una ficción simulada por computadora, por realitys de Tv o similares temas.

Hago uso de este medio digital para informar a todos aquellos que piensan lo contrario, que en verdad, no existe algoritmo o teoría de autómata posible para simular el comportamiento del ser humano. Este es tan rico en pensamiento y emociones que hasta un procedimiento tan sencillo como chupar un pomelo se vuelve una actividad extraordinaria, fuera de la rutina, como un viaje a lo sideral.

Que bello es ser humano. Sarandeenme bien la garcita, robots UTN!!!!!!!!!!

15 may 2009

Capitán Braulio enojado - Cosas que el ser humano promedio puede llegar a odiar


Esta publicación del capitán Braulio irradia ira, como el mismo capitán a la hora de redactarla. Él está enojado. Muy enojado. Iracundo y violento, porque tuvo un día pésimo.

Es por eso que decidió apoyar el poto en la silla con rueditas que lo llevan de acá para allá y escribir esta investigación:

"El ser humano de por si odia al ser humano, y a todo lo que crea, pero no lo dice por vergüenza, porque teme que los hippies pacifistas lo vapuleen. Entonces se guarda sus odios bien adentro mucho mucho mucho mucho hasta que revienta en forma de super-villano de serie de acción inerte."


Durante sus viajes, el capitán hizo una recopilación de las cosas que al ser humano le provocan más ira, y la lista será reproducida a continuación:
-Carretillas falseadas.
-Cables(o mangueras) que se enredan y estrangulan.
-Aparatos chinos baratos.
-Perros de departamento(los que se hacen los bravos y son más chicos que un buñuelo de carne).
-Monos en smokin.
-Dividir por cero.
-Cigarros explosivos.
-Profilácticos(y por ende, su uso en el coito)
-Espíritus chocarreros.
-Calor sofocante.
-Cornetas afónicas.

En fin, la lista sigue. Pero el capitán les propone votar en la encuesta que se abrirá en este blog sobre algunas sugerencias, o que expongan sus propios odios.

Odiar es malo y negativo, y lo negativo es absorbente. El ser humano negativo se llena de negatividad y la transmite injustamente a su entorno. Seamos positivos.

El capitán Braulio nos recomienda algunas cosas para cuando nos sintamos negativos:
-Correr por la pradera.
-Rodar por la colina(sin rocas, porque sino nos enojamos más)
-Pensar en tetas.
-Escuchar Megadeth.
-Ver la Naranja Mecánica.
-Oler flatulencia.
-Comer salchichón primavera.
-Nunca jamás consuman cáñamo(demasiado sarcasmo?)



No odiemos más.

Zapallo mutante por un mundo mejor.

8 may 2009

Poema a Wal-Mart


Hace ya un buen tiempo que vengo trabajando en esto que vendría a ser como unas loas a un sistema económico en declive, o una boludez total, dependiendo del punto de vista.

"La verdad que ya no se, si me fumo un canelón o si tomo floripón."- Zappo´s Blues

Poema a Wal-Mart

Oh Wal-Mart querido, dime amigo
¿a cuánto vendes hoy el almibar
que endulzare estos días aciagos?

Quizás hoy tus góndolas
otrora fuentes de gozo,
expendios de alegría,
baluartes de la historia,
sufran el desmedro
de esta frágil economía.

Quizás de otros quizases
marcas a fuego en las nalgas de Apolo
Wal-Mart vecino,
Wal-Mart amante,
dame un deseo,
quiero un wombat gigante.

No es de grosero,
ni poco galante,
tampoco tunante,
solo tengo aguante.

No es astucia con tintes de maldad
ni locura serena de mente calma.
Es solo el detino que unió dos amantes:
un triste mendigo y un trust monopolizante

Anglo-mercado
wipe my problems away!
Lengua divina,
de comercio apasionado,
Wal-Mart, my dear,
I think we are in trouble.

Los barrios nos miran
con ojos doblados.
Creen que es malo
dominar el mercado.

Con malicia y desden
conspiran entre sombras.
Pero con descaro consumen
los bienes que os compran
a precios más bajos
de ofertas todo el año.

Por eso, mi hermano,
colega fiel, pasión flamante,
déjame invitarte hoy a marcharte.

Vuelve a las tierras boreales
que te vieron nacer.
Bien sabemos
te sabrán acoger.

Porque,
aunque el mundo tu nos acerques
en esas tus góndolas de acero
otrora fuentes de gozo,
expendios de alegría,
baluartes de la historia,
hoy son las mismas que destruyen,
tal vez sin saberlo,
nuestro pequeño pero próspero
mercado interno.

Wal-Mart querido
te amo entre bolsas.
Amor globalizado,
amor de polietileno,
oh, Wal-Mart, amigo,
lleva tus bienes a otro lado.

Oh...