24 jun 2008

Vida y muerte y vida nuevamente

Y bueno, esto es un trabajo que tube que presentar para la hora de inglés del colegio en cuarto año. El cuentito original estaba en inglés ¿no? Si. Pero lo traduje junto con un selecto grupo de monjes de la Abadía de Sorongolongo en Westasd.

Me saqué un 9,33 porque la profesora es re ortiva! Pero aca está, el cuentito muy lindo y pechocho!




Solía haber un pueblo en Irlanda donde los pueblerinos contaban una vieja leyenda sobre una escalera dorada escondida en la profundidad de un bosque, que llevaba a una tierra mágica. Pero esta historia no trata sobre esa escalera, sino de una persona muy peculiar.
Maicol Llacksönfonson era un doctor que amaba juntar flores en el bosque y beber tes mágicos que lo hacía volar. Por las mañanas, solía beber café con medialunas. Por las tardes pintaba macetas a domicilio. Y por las noches le rezaba a Satanás, rogándole protección, dinero y montones de plantitas mágicas llamadas Cañabis Saliva. Y luego dormía por dos décadas.
Cuando despertaba, siempre encontraba barriles llenos de monedas de oro, que eran regalos de un goblin llamado Pohr-Otto del castillo de hielo en la tierra flotante de Gorbachensen, donde vivían unas pequeñas y molestas criaturas llamadas gremlins.
Un buen día, el siempre cambiante Destino resolvió invitar al Maicol a beber vino barato, y este aceptó con gran agrado, ya que le encantaba estar ebrio. Fue un error que ya nunca olvidaría.
Estaban sentados en una banca del parque cuando de repente un misterioso perro emergió del legendario pozo Buraken-Honden (o simplemente Buraco) y comenzó a vomitar sus entrañas en el pastito. Y allí pereció. Pero antes, confesó haber roto el Séptimo Sello, liberando al mal del Infierno, convirtiendo a la Tierra en uno.
Por suerte, justo estaba Dios por ahí cerca comprando CD virgen, y cuando vio eso, saco su lanza llamas ultra-tangente y carbonizó a todos y a cada uno de los monstruos, demonios y toda clase de vendedor de ovnis de goma. Y en cuanto se encontró con Satán, acordaron jugar un partido del antiguo juego de cartas llamado Truco.
Satanás ganó. Dios fue maldecido y condenado a hacer todas las labores caseras en la casa de Satanás, inclusive lavar los platos. Pero Maicol no vio nada bueno en eso. Así que compró una silla y se sentó a meditar. Y fue en ese preciso instante cuando un maletín cayó justo en su cabeza, dejándolo fuera de combate.
Despertó por la mañana, y luego de desayunar sus acostumbradas medialunas con café con leche, recordó que debía retirar su saco de la tintorería. Y entonces recordó todo lo que sucedió, cuando vio el maletín incrustado en su cabeza.
Decidió construir un Robo-bonete gigante para azotar al mal. Murió intentando.
Pero el alma de este ser incoherente no se extinguió. Permaneció entre el proletariado, bebiendo vino barato y jugando backgammon. Y se convirtió en una poderosa entidad, capaz de dar vida a todo lo que tocaba.
Esos eran tiempos dorados. Satán, en su cargo de P.O.R.O.N.G.A (Presidente Occipital Regente del Oráculo Nacional del Gobierno Absiso) del mundo construyó escuelas, hospitales, carreteras, manicomios, templos de sacrificios humanos, centros de sopa voodoo, casas de macumba, cementerios llenos de criptas con hermosos epitafios, bancos, congregaciones burguesas, burdeles y burlesques, una autopista al infierno y baños públicos. Solía caminar por las calles saludando a aquellos que van a morir, dando medicamentos gratis, besando bebés y, en algunas ocasiones, entregando panfletos protestando contra la polución del medio ambiente. En verdad, la gente lo amaba, y los judíos llegaron a considerarlo el verdadero Mesías.
Con el tiempo, Él y “el Burrajo” (como la gente llamaba a Maicol), se hicieron amigos inseparables, e incluso más que eso. Pero fue por un inesperado giro en las decisiones del Destino que este gran regocijo en la vida después de la muerte de Maicol alcanzó el desdichado final, el día de su 51° aniversario como un alma errante.
Estaba tocando el sitar en el templo budista local cuando su espíritu fue consumido por una aspiradora, que un tiempo después se convirtió en Rey de Gorbachensen, a donde llevó riquezas y poder. Iron Maiden tocó allí durante su reinado.
Por dos mil quinientos años, el Rey Aspiradora gobernó la Tierra Flotante. Algunos dicen que en los últimos años se convirtió en un tirano, luego de terminar su romance con una licuadora llamada… bueno, no tiene nombre, es una licuadora. Pero un día, estaba caminando por el borde cuando la tierra se lo tragó.
El proceso de digestión tardó cuatrocientos años, y luego, cuando finalmente logró escapar de los profundos pasadizos de los túneles subterráneos de Gorbachensen, cayó y cayó eternamente, hasta que no hubo más tierra, y el tiempo no fue tiempo ya más.

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